Un día como hoy, hace 12 años, murió Philip K. Dick, escritor, autor de obras maestras como Ubik, Valis, y, las más famosas por sus versiones cinematográficas, Blade Runner, Minority Report y La Paga, próxima a estrenarse en Argentina.
Para quienes creen que la única forma de subsistir a la muerte está en el recuerdo del resto del mundo, sin dudas Philip Dick se mantiene vivo. Sus relatos anticiparon la época actual, con sus paranoias, sus persecuciones mentales, entre otras características.
Salvo «Blade Runner», pocas son las versiones cinematográficas que transmiten sus ideas, pero es mucho pedirle a Hollywood que transmita su profundidad de pensamiento. Pero sus grandes novelas (como las ya mencionadas «Ubik» y «Valis») y sus relatos anticipatorios quedarán en la memoria de millones de personas.
También un 2 de marzo, pero en 1974, Dick tuvo una experiencia mística que se reflejarían en las novelas que escribió de allí en más. Esta experiencia quedó reflejada principalmente en «Valis».
Siempre estaré agradecido de sus relatos.

Tres amigas están tomando un café.
Amiga 1: El otro día fui a lo de un brujo, que me tiró las cartas. Desde que me vio empezó a decirme cosas, todas verdaderas sobre mi vida.
Amiga 2: ¿Qué te dijo sobre el futuro?
Amiga 1: Que iba a conocer a un hombre que, aunque estaba loco, me iba a amar como nadie antes lo había hecho en la vida.
Amiga 2: ¡Qué bueno!
Amiga 3: ¿Sólo te dice las cosas buenas?
Amiga 1: ¡No!
Amiga 2: ¡Por supuesto que no! ¿Para que te serviría entonces? Uno paga para que le digan la verdad, si no no tiene sentido.
Amiga 3: Si, eso pensaba yo, pero nunca se sabe.
Amiga 1: Te dice de todo, es un tipo serio. Igual, yo lo tomo como una referencia, no le hago caso a todo lo que me dice.
Amiga 3: ¿Ah no?
Amiga 1: No, es sólo para saberlo, pero es prácticamente un juego, no podés seguir todo lo que te dice.
Amiga 2: Y no, no es más que un juego, no podés hacerle caso a todo lo que te dice.

Extraído de la cruel realidad